Al planificar mis clases en este nuevo contexto de aislamiento social, traté de no caer
en el lugar común de pensar la enseñanza a distancia como la utilización las plataformas digitales para alumnos llenando los espacios de contenido que utilizo para preparar clases presenciales -apuntes, cuadros, powerpoint papers- , sino tratar de entender que implica esta forma de vinculo mediatizado por las TICs . La empatía con mis alumnos me resultó una herramienta muy útil, ya las que las expectativas y conductas de ellos en estos entornos resultan distintas en cuanto a la experiencia presencial, sumado
al contexto de pandemia que nos atraviesa tanto desde el punto de vista académico como nuestra vida personal.
Para no perder la vinculación en
tiempo real y por otro lado respetar los horarios y compromisos de los alumnos,
pensé un planteo de trabajo mixto de tareas sincrónicas y asincrónicas.
Por otra parte en la virtualidad tuve que buscar una lógica interactiva y
dinámica que se parezca a las intervenciones que cada uno tenemos en el
encuentro presencial en el aula, centrándome en las redes y herramientas que le son más
familiares a ellos en el uso cotidiano; webex, zoom, Facebook, Gmail y no tanto en la plataforma
virtual de enseñanza que me ofrecía el establecimiento al que pertenezco, quedando ésta última como un lugar institucional para publicar material, bibliografía
y dar a conocer claves y horarios de acceso a las webinar.
De esta manera estamos
construyendo un vínculo distante en cuanto la proximidad física pero de mucha
cercanía con el contacto en las redes y la comunicación virtual continua. Saludos
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